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​ ¿Son los sensores láser más fiables que los sensores infrarrojos para puertas basculantes?

Edor | 2024/11/05

Las puertas basculantes son una característica esencial en muchos espacios comerciales, residenciales y públicos. Para garantizar la seguridad, la comodidad y la eficiencia energética, estas puertas a menudo están equipadas con sensores que detectan la presencia de personas o objetos en el camino de la puerta. Entre los sensores más utilizados se encuentran los sensores láser y los sensores infrarrojos, ambos de los cuales ofrecen ventajas distintas. Pero surge la pregunta: ¿cuál es más fiable para aplicaciones de puertas basculantes?

En este artículo, vamos a comparar las dos tecnologías—sensores láser y sensores infrarrojos—resaltando sus fortalezas, debilidades y los factores que influyen en su fiabilidad en los sistemas de puertas basculantes.

Cómo funcionan los sensores láser e infrarrojos

Antes de profundizar en la fiabilidad, es importante entender cómo funciona cada tipo de sensor en el contexto de las puertas basculantes. Los sensores láser utilizan un haz láser, típicamente en forma de un pulso de luz estrecho, para detectar objetos o obstáculos. El haz láser viaja hasta que golpea un objeto, luego se refleja de nuevo al sensor. Mediendo el tiempo que tarda en que el láser regrese, el sensor puede calcular la distancia exacta al objeto. Esta tecnología, conocida como Tiempo de Vuelo (ToF), permite a los sensores láser proporcionar mediciones altamente precisas y precisas. Los sensores infrarrojos, por otro lado, utilizan la luz infrarroja para detectar el movimiento o la presencia de objetos. La mayoría de los sensores infrarrojos utilizados en las puertas oscilantes funcionan emitiendo un haz de luz infrarroja y detectando cambios en el patrón de luz causados por el movimiento o la proximidad de un objeto. Hay dos tipos principales de sensores infrarrojos utilizados en puertas: los sensores infrarrojos pasivos (PIR), que detectan el calor emitido por seres humanos o animales, y los sensores infrarrojos activos (AIR), que funcionan midiendo la interrupción del haz de luz.

2. Los sensores láser son altamente precisos porque miden la distancia exacta entre el sensor y el obstáculo. Este nivel de precisión les permite detectar objetos pequeños y distantes, y evitar falsos positivos (detectar movimientos o objetos no relevantes). Los sensores láser también pueden evaluar con precisión la posición de un objeto, lo que es esencial para controlar el movimiento de la puerta, especialmente cuando se trata de detener o invertir la dirección de la puerta. Los sensores infrarrojos, por otro lado, son generalmente menos precisos. Detectan la presencia de un objeto o movimiento, pero no pueden medir la distancia con tanta precisión como los sensores láser. Esto significa que los sensores infrarrojos a veces pueden desencadenar la puerta para abrirse o cerrarse cuando un objeto está lejos o fuera del arco oscilante de la puerta. Si bien los sensores infrarrojos pueden detectar la presencia de una persona o objeto, carecen del mismo nivel de detalle que los sensores láser en términos de conciencia espacial. Los sensores láser tienden a ser más fiables en términos de precisión, ofreciendo una mayor precisión y reduciendo la probabilidad de movimiento innecesario de la puerta. Los sensores láser típicamente ofrecen un rango de detección más largo que los sensores infrarrojos. Si bien el rango exacto puede variar, los sensores láser pueden detectar objetos a distancias de varios metros, lo que los hace ideales para entornos donde las personas o los objetos pueden estar a diferentes distancias de la puerta. Esto hace que los sensores láser sean adecuados para espacios grandes, abiertos o áreas con mucho tráfico a pie, ya que pueden cubrir un área más amplia y detectar objetos de manera más eficaz. Los sensores infrarrojos generalmente tienen un rango de detección más corto, y su eficacia puede disminuir con la distancia. Esto significa que en espacios grandes o atestados, los sensores infrarrojos pueden perder objetos o disparar la puerta prematuramente. Verdicto: Los sensores láser tienen un mayor rango de detección, lo que los hace más fiables en entornos más grandes o complejos.

Sensibilidad

Ambos tipos de sensores pueden ser sensibles al movimiento, pero sus reacciones pueden diferir en función del entorno. Los sensores infrarrojos son sensibles al calor (en el caso del PIR) o a cambios en los patrones de luz (en el caso del AIR), lo que a veces puede dar lugar a disparadores falsos. Por ejemplo, los sensores infrarrojos pueden detectar por error el movimiento de corrientes de aire, sombras que pasan o variaciones de temperatura, causando un funcionamiento innecesario de la puerta. Los sensores láser son menos propensos a tales interferencias porque dependen de la reflexión de la luz para determinar la distancia, lo que los hace más estables en una variedad de condiciones ambientales. Aunque pueden verse afectados por factores ambientales extremos (como niebla, lluvia o suciedad en la lente del sensor), generalmente son más fiables en la detección de objetos sin ser perturbados por cambios menores en el entorno circundante. Los sensores láser son típicamente más fiables en términos de sensibilidad, ya que son menos propensos a la interferencia de factores ambientales en comparación con los sensores infrarrojos.

3. Confiabilidad en diferentes entornos

El entorno en el que se instala la puerta puede influir en la fiabilidad del sensor. Tanto los sensores infrarrojos como los láser tienen sus fortalezas y debilidades dependiendo de los casos de uso específicos.

Áreas de alto tráfico

En entornos ocupados como centros comerciales, aeropuertos o hospitales, donde el tráfico a pie es constante, los sensores láser excelen debido a su capacidad para detectar objetos con precisión a distancia sin desencadenar falsos positivos. Su precisión garantiza que la puerta sólo se abra cuando sea necesario, reduciendo los movimientos innecesarios de la puerta y mejorando el flujo de personas. También son más eficaces en espacios de alto tráfico donde las personas pueden estar moviéndose a velocidades variables o desde diferentes direcciones. Los sensores infrarrojos pueden tener dificultades en tales entornos, especialmente cuando hay muchas personas que se mueven cerca de la puerta. La presencia de fuentes de calor o el movimiento rápido pueden confundir los sensores infrarrojos, lo que conduce a aperturas innecesarias de puertas o reacciones retrasadas.

Ambientes al aire libre o expuestos

Para puertas basculantes instaladas al aire libre o en entornos expuestos a condiciones climáticas duras, los sensores láser tienen la ventaja. Su funcionalidad generalmente no se ve afectada por las condiciones de iluminación externa (como la luz solar directa) o las variaciones de temperatura, lo que puede afectar el rendimiento de los sensores infrarrojos. Sin embargo, los sensores láser todavía pueden verse impactados por la niebla, la nieve o la acumulación de suciedad en la lente del sensor. Los sensores infrarrojos, particularmente los sensores PIR, pueden ser sensibles a los cambios de temperatura y pueden ser activados por fuentes de calor como el sol o incluso motores de automóviles cercanos. En entornos exteriores con temperaturas fluctuantes, los sensores infrarrojos pueden proporcionar un rendimiento menos fiable.

4. Los sensores láser tienden a ser más caros que los sensores infrarrojos, principalmente debido a su mayor precisión y complejidad. También requieren una instalación y calibración más cuidadosas para garantizar lecturas precisas y un rendimiento óptimo. Sin embargo, la mayor fiabilidad, precisión y mayor rango de detección a menudo justifican una mayor inversión inicial, especialmente para áreas de alto tráfico o de alto riesgo. Los sensores infrarrojos son más asequibles y más fáciles de instalar, lo que los convierte en una solución rentable para entornos donde la detección precisa y el rendimiento a largo alcance no son tan críticos. También son más fáciles de mantener ya que no requieren tanta calibración como los sensores láser. Sin embargo, en entornos donde la fiabilidad y la precisión son primordiales, los sensores infrarrojos pueden quedarse cortos.

5. Conclusión: ¿Cuál es más fiable para las puertas basculantes? En general, los sensores láser son más fiables que los sensores infrarrojos para las operaciones de puertas basculantes en la mayoría de los contextos. Su precisión, mayor rango de detección y resistencia a las interferencias ambientales las hacen ideales para garantizar la seguridad y el funcionamiento sin problemas de las puertas basculantes, especialmente en entornos de alto tráfico o desafiantes. Aunque son más caros, la inversión adicional puede valer la pena para situaciones en las que la precisión y la seguridad son críticas. Los sensores infrarrojos siguen siendo una opción viable para aplicaciones más simples donde el costo es una preocupación o donde el uso de la puerta es más limitado. Pueden ser eficaces en entornos más pequeños y menos ocupados, pero pueden tener dificultades en áreas más complejas o de alto tráfico. En resumen, aunque ambas tecnologías tienen su lugar, los sensores láser generalmente ofrecen una fiabilidad, precisión y rendimiento superiores para sistemas de puertas basculantes, especialmente cuando se usan en entornos ocupados, de alto tráfico o al aire libre.

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